Los cristianos que no vivían en las ciudades -pequeños arrendatarios y siervos, en su mayoría- habitaban generalmente en las aldeas, en torno a los castillos y monasterios, y fueron los repobladores de las tierras conquistadas a los musulmanes. Los nobles y eclesiásticos eran los propietarios de las tierras.
Los mudéjares eran buenos agricultores y excelentes albañiles. Muchos de ellos decidieron desplazarse a zonas musulmanas (Granada, sobre todo a partir del S.XIII), lo que favoreció el aumento de población y el auge económico.
Los judíos tenían ocupaciones muy especializadas: médicos, abogados, escribientes, artesanos orfebres...
En la mayor parte de pueblos y ciudades la convivencia entre las tres culturas fue pacífica y sin problemas destacados.
El cuadro de arriba pertenece a la página www.isaacbuzo.com. El texto de abajo es mío.
Esta pregunta será una de las del examen del día 17 y 18.
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